El mismo decreto que establece que tener el certificado energético es de obligado cumplimiento en todo proceso de alquiler o compraventa, el Real Decreto 235/2013, indica también cuándo no es necesario este trámite:
- Edificios protegidos por su valor arquitectónico o histórico.
- Edificios, o partes, destinados al culto o actividades religiosas.
- Construcciones provisionales que se van a utilizar durante un máximo de dos años.
- Edificios industriales, militares y agrícolas de baja demanda energética.
- Edificios o partes de edificios aislados de menos de 50 m2 de superficie útil.
- Edificios que se adquieran para reformar o demoler.
- Viviendas que se usen durante menos de cuatro meses al año y que consuman menos del 25% de energía que se consumiría si se usase durante todo el año.